Mariano Lorenzo Melgar Valdivieso nació en Arequipa el 10 de agosto de 1790. Sus padres fueron don Juan de Dios Melgar Sanabria y doña Andrea Valdivieso Gallegos. Fue bautizado dos días después de su nacimiento en la Catedral de Arequipa. Creció en su tierra natal, a los tres años ya sabía leer y escribir. Su hermano José Fabio Melgar afirmaba que a los ocho años ya manejaba el latín, y otros autores indican que además Melgar antes de cumplir los diez años llegó a dominar el inglés y francés.
Estudia tempranamente en el Convento de San Francisco. Antes de los ocho años el 12 de marzo de 1798, el ilustrado y digno obispo Chávez de la Rosa le confirió la prima tonsura y le vistió el hábito clerical. Esto significó a la larga un litigio que terminaría al cumplir Melgar sus 23 años, consistía en la obtención de una capellanía en una viña en el valle de Majes. Se debe mencionar que era el padre del poeta quien estaba interesado en que Mariano obtuviese dicha capellanía, y que sus planes se vieron afectados ante la decisión del joven Melgar de abandonar los hábitos.
Es durante esta etapa de su vida que Melgar había tenido acceso a una nutrida biblioteca, la biblioteca del Seminario Conciliar de San Jerónimo, que en aquel entonces había alcanzado renombre bajo la dirección del obispo Pedro José Chávez de la Rosa quien a su vez había siempre mostrado especial interés en los nuevos conceptos y teorías traídas del viejo mundo; por ello la biblioteca del Seminario e San Jerónimo era conocida como una de las más completas de la ciudad (si no la más completa), además de poseer entre sus volúmenes muchos de aquellos que fueran prohibidos en el virreinato por su carácter revolucionario (se sabe que muchos de los personajes más destacados de los primeros años republicanos se formaron en este seminario y tuvieron acceso a estos libros).
Fue maestro de Latinidad y Retórica, Filosofía y posteriormente figura también como profesor de Física y Matemática. Es poco después de haber recibido las ordenes menores en el Seminario San Jerónimo y por «Melissa» (cuyo verdadero nombre fue Manuelita Paredes) que Melgar decide abandonar los hábitos teniendo veinte años.
Se aboca hacia literatura en donde destaca su poesía. Después de su primera decepción (que se hace notar en su «Soneto a la Mujer») se enamoró de María de los Santos Corrales Salazar, mejor conocida como Silvia, a quien él mencionaría románticamente en sus famosos yaravíes. Todo su drama amoroso y biografía puede considerarse verosímil siendo tomada de su conocida «Carta a Silvia», en la que el poeta expresa en más de 500 versos cómo conoció el amor y el dolor, hasta la aparición y pérdida de su amada niña.
Fuera del tema amoroso, Melgar también había empezado a mostrar interés en los temas politicos, es así, que impulsado por sus ideales, Mariano persuade a sus padres para ir a estudiar leyes a Lima.
El deseo de independencia en Lima fue tan alto como los campos de historia, geografía, filosofía y matemáticas.
Tiempo después, decidió regresar a Arequipa, solamente para encontrar a Silvia, quien había sido persuadida por su padre de abandonar cualquier idea de unirse con Melgar (dice la tradición y leyenda de Melgar que esta oposición se debía a que la familia de María de los Santos Corrales culpaba al poeta por la muerte de la madre de la joven «Silvia»). Si bien la leyenda lo convirtió en el eterno amante de «Silvia», son en realidad tanto su amor como su sentimiento patriótico los que le impulsaban de manera complementaria («Por Silvia amo mi patria con esmero, y por mi patria amada a Silvia quiero»).
Es luego del rechazo sufrido por parte de María de los Santos Corrales que Melgar decide mudarse al valle de Majes. Y a finales de 1814, Melgar decide enrolarse en el ejército del brigadier Mateo García Pumacahua y viaja hacia Chuquibamba, dejando su retiro en Majes, uniéndose a una columna de patriotas que partirían posteriormente a la ciudad de Arequipa. Luego de una intensa lucha, Melgar muere fusilado teniendo 24 años y medio, en Umachiri, el 12 de marzo de 1815.
Mariano Melgar y la lucha por la independencia del Perú
Melgar, en su tristeza amorosa, se va a Majes. Eventualmente, establece contactos con otros revolucionarios independentistas de la época. En 1814, la revolución de Mateo Pumacahua tuvo lugar en el Cusco, lo cual enfureció la aparente tranquilidad del virreinato español en el Perú e incitó a Melgar para unirse a la causa independentista. Tras ganar el combate de Apacheta en Arequipa, el ejército marchó hacia Puno en la batalla de Umachiri. Luego de la derrota de las tropas independentistas, estos fueron hechos prisioneros, incluyendo al joven Melgar. El general español Ramírez, después de mantener cautivo a Melgar por un tiempo, ordenó a sus oficiales fusilarlo. Melgar falleció en la mañana del 12 de marzo de 1815, poco antes de cumplir la edad de veinticinco años.
En una breve carta antes de su muerte, Melgar escribió a los oficiales españoles: «¡Cubran sus ojos, ya que ustedes son quienes necesitarán misericordia porque América será libre en menos de diez años!». Su profecía había de cumplirse, pues en 1824 la libertad de América se sellaría en los campos de Junín y Ayacucho.
El 16 de septiembre de 1833, los restos de Melgar fueron trasladados a Arequipa y al día siguiente fueron enterrados en el recién inaugurado cementerio de La Apacheta.
El 2 de julio de 1964, en reconocimiento por su actuación en las primeras batallas por la independencia, el gobierno del Perú reconoció oficialmente a Mariano Melgar como uno de los primeros patriotas y soldados del país para la revolución por la independencia del Perú.
Fuentes:
- Arequipa tradicional 2
- Deperu.com
0 Comentarios
Todos los comentarios son revisados antes de su publicación por el administrador.