Manuel Ascencio Segura y Cordero nació en Lima el 23 de junio de 1805 y murió en la misma ciudad el 18 de octubre de 1871. Fue un escritor y dramaturgo peruano, representante importante del costumbrismo en los inicios de la literatura republicana. Es considerado como el creador del teatro nacional peruano, junto con Felipe Pardo y Aliaga (Lima, 1806-1868), con quien a menudo polemizó. Destacó con sus comedias y sainetes costumbristas, que enriqueció con voces y giros populares. Mientras Pardo y Aliaga era un hombre de ideas aristocráticas y defensor de la colonia española, Segura representó los valores democráticos de la nueva sociedad peruana, lo que se refleja en el sabor criollo de sus comedias. Mestizo de clase media pobre, tenía una gran afinidad con lo popular y los nuevos grupos sociales que emergían en un país recientemente emancipado. En su honor, el Teatro Principal de Lima fue rebautizado con su nombre en 1929 (Teatro Segura).

A las muchachas
Niñas que leyendo aquesto
Mostrarán ceñudo el gesto,
Si, las hay;
Pero que de lo leído
Saquen el fruto debido,
No las hay.
Niñas pulidas y bellas
Como el sol y las estrellas,
Si, las hay;
Pero de tal condición
Que no tengan presunción,
No las hay.
Niñas que a los doce abriles
Cuentan las gracias a miles,
Si, las hay;
Pero que estén sin su mueble,
Aunque en edad tan endeble,
No las hay.
Niñas que a dos, tres y cuatro
Les dicen: yo te idolatro, 
Si, las hay;
Pero niñas que por esto,
Logren casarse mas presto,
No las hay.
Niñas que, en la edad del amor,
A todos muestren rigor,
Si, las hay;
Mas que de tal entremés
No se arrepientan después,
No las hay.
Niñas solteras de treinta
Y aun de cuarenta y cincuenta,
Si, las hay;
Mas de genios tan extraños
Que no se quiten los años,
No las hay.
Niñas que a un tonto sonríen
Y de él a solas se ríen,
Si, las hay;
Mas niñas que por el pronto
No quieran pillar un tonto,
No las hay.