DOSTOYEVSKI SOBRE “CRIMEN Y CASTIGO” (Carta a su hermano Mijaíl) - Amantes de la literatura

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29.12.22

DOSTOYEVSKI SOBRE “CRIMEN Y CASTIGO” (Carta a su hermano Mijaíl)



Semipalátinsk, 31 de mayo de 1858

La idea fundamental de mi novela es muy feliz; la figura del protagonista, nueva y nunca llevada al libro. Se trata, sin embargo, de una figura muy frecuente hoy en la vida real en Rusia (según infiero de los movimientos e ideas nuevos, que a todos dominan), y estoy seguro de que a mi regreso, lograré enriquecer la novela con nuevas observaciones. No hay que precipitarse, amigo mío, sino procurar hacer algo bueno. Tú me escribes que yo soy muy vanidoso y quiero destacarme ahora con alguna obra de mérito sobresaliente, y que por eso estoy empollando pacientemente, incubando esa obra descollante. Supongamos que sea cierto; pero como yo tengo por ahora el propósito de dejar a un lado las novelas, y sólo trabajo en dos novelas cortas que no pasarán de medianas, no hay que hablar de que empollo. 

¿De dónde sacas tú que al primer intento se pueda pintar un cuadro? ¿Cuándo has adquirido esa convicción? Créeme a mí; para todo se requiere trabajo, una labor gigantesca. Ten la seguridad de que cualquier poema gracioso y ligero de Puschkin nos parece ahora a nosotros tan gracioso y ligero precisamente por lo mucho que lo trabajó y corrigió el poeta. Esa es la verdad. Gogol tardó ocho años en escribir su Almas muertas. Todo lo que sale de un tirón está todavía verde. Dicen que en los manuscritos de Shakespeare no se advierten tachaduras. Pues por eso, precisamente, presenta tales monstruosidades y pruebas de mal gusto; si hubiera trabajado más, le habría salido mejor. Tú, sin duda, confundes la inspiración, la primera momentánea aparición de una imagen o un impulso en el alma del artista (cosa que siempre ocurre), con el trabajo. Yo empiezo por escribir cada escena según se me ocurre en el primer momento, y me recreo mucho con ella; pero luego me estoy trabajándola por espacio de meses y hasta de un año. Me dejo entusiasmar por ella varias veces (pues me gusta la escena), y tacho aquí, y pongo allá; y, créeme, la escena siempre sale ganando. Sólo que hay que tener inspiración. Sin inspiración, naturalmente, no se puede hacer nada.

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