La ilusión, amor y muerte de María García Granados o simplemente la niña de Guatemala



Quiero, a la sombra de un ala, contar este cuento en flor: la niña de Guatemala, la que se murió de amor.

Guatemala, 3 de abril de 1877. Martí llega por primera vez a la capital, donde lo recibe su compatriota José María Izaguirre, quien ejercía el cargo de director del Instituto de la Casa de las Niñas de Centroamérica y lo incluye como docente de Literatura. Martí participa en las veladas literarias que organiza Izaguirre en la casa del General Miguel García Granados, lugar en que conocería a la señorita María García Granados. Posteriormente, ambos jóvenes, ella de 17 y él de 24 años, se encontrarían en las aulas del Instituto de la Casa de las Niñas de Centroamérica, en una relación de docente-alumna para luego vivir su romance apasionado, sin desenfreno, lleno de amor, ternura y esperanza. Sin embargo, Martí tenía una promesa de matrimonio con la señorita Carmen Zayas Bazán, quien residía en México, promesa que terminaría cumpliendo al marcharse de Guatemala con destino a México.

Ella, por volverlo a ver, corrió a verlo al mirador. Él volvió con su mujer. Ella se murió de amor.

Guatemala, 10 de enero de 1878. José Martí regresa a Guatemala acompañado de Carmen Zayas Bazán, su esposa, con quien asistió a tertulias, reuniones y conferencias. Sin embargo, jamás volvió a la casa de los García Granados. Dada esta circunstancia, la señorita María, quien se había enterado de la visita de Martí a su país, le escribe una carta pidiéndole que la vaya a visitar. Él no le tomó importancia, dejándola con su dolor y tristeza a solas.
«Hace días que llegaste a Guatemala y no has venido a verme. ¿Por qué eludes tu visita? Yo no tengo resentimiento contigo, porque tú siempre me hablaste con sinceridad respecto a tu situación moral de compromiso de matrimonio con la señorita Zayas Bazán. Te suplico que vengas pronto».

Se entró de tarde en el río, la sacó muerta el doctor. Dicen que murió de frío, yo sé que murió de amor.

Guatemala, 10 de mayo de 1878. María, como tenía la costumbre de nadar en el río o lago, esa tarde salió, no sabemos si fue por costumbre o por el desamor de Martí. Lo cierto es que se entró en las aguas del río, ella sufría de una enfermedad respiratoria, perdió el conocimiento y se terminó ahogando. Posteriormente, la encontrarían sin vida, y en su sepelio asistiría todo Guatemala para despedirla entre lágrimas, cantos y oraciones. A lo lejos, sentado, solo, triste, sin poder explicar lo que había pasado, estaba José Martí, quien muchos años después publicaría el poema donde daría a conocer que María se suicidó por el desamor que él le había causado.

Como de bronce candente, al beso de despedida, era su frente. ¡La frente que más he amado en mi vida!...

Referencia bibliográfica
Enfoques Perú. (2024). LA NIÑA DE GUATEMALA. https://enfoquesperu.com/la-nina-de-guatemala/

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