En la mitología griega, Aquiles fue el principal héroe de la Guerra de Troya y el guerrero más fuerte, rápido y bello de la Ilíada de Homero. Era hijo de Peleo, rey de los Mirmidones en Ftia, y de Tetis, una ninfa marina. Aquiles era considerado invencible, pero no inmortal.
Para explicar la invulnerabilidad de Aquiles, existen dos versiones. Una dice que, al nacer, su madre Tetis lo sostuvo por el talón y lo sumergió en el río Estigia para hacerlo inmortal, pero su talón nunca tocó las aguas, permaneciendo vulnerable como cualquier otro mortal. Otra versión cuenta que Tetis ponía al niño en el fuego del hogar para quemar las partes mortales de su cuerpo y luego lo ungía con ambrosía. Sin embargo, Peleo interrumpió este proceso y le arrebató al niño de las manos, dejándolo con un talón carbonizado. Enfurecida, Tetis los abandonó a ambos, y Peleo sustituyó el talón quemado de Aquiles por el de un gigante llamado Dámiso, famoso por su gran velocidad. Esta versión también explica por qué se le conocía como «el de los pies ligeros».
Aquiles creció junto a Patroclo en el monte Pelión, donde se alimentaba de fieros jabalíes, entrañas de león y médula de oso para aumentar su valentía. También aprendió el tiro con arco, el arte de la elocuencia, el canto y la curación de heridas. Aunque la Ilíada de Homero es el relato más famoso de las hazañas de Aquiles en la Guerra de Troya, solo abarca unas pocas semanas de la guerra y no narra la muerte de Aquiles.
Durante una de las batallas, los troyanos lograron hacer retroceder a las fuerzas griegas y asaltaron sus barcos. Dirigidos por el príncipe Héctor, los griegos parecían estar a punto de caer, hasta que Patroclo logró repeler a los troyanos de las playas, supuestamente haciéndose pasar por Aquiles. Sin embargo, murió a manos de Héctor antes de que los troyanos lograran tomar la ciudad de Troya.
Cuando Aquiles supo la noticia, la ira y el dolor lo invadieron de tal manera que estuvo a punto de quitarse la vida. Patroclo fue velado toda la noche, y Aquiles juró vengar su muerte. Le pidió a su madre, la diosa Tetis, una nueva y más poderosa armadura y salió al campo de combate, donde mató a Héctor y luego ató su cuerpo inerte a su carro, arrastrándolo durante nueve días alrededor de los muros de Troya, sin permitir que se le celebraran los ritos funerarios. Solo la intervención del dios Hermes y el ruego del rey Príamo lograron convencer a Aquiles de permitir que se celebraran los ritos funerarios de su hijo.
El poderoso Aquiles, aparentemente invencible, finalmente fue derrotado por el príncipe troyano Paris, quien, según algunas versiones, le disparó una flecha envenenada guiada por el dios Apolo al talón izquierdo, matándolo. Sus restos fueron mezclados con los de su gran amigo Patroclo, y su mítica armadura abrió una disputa entre Ulises y Áyax el Grande, primo de Aquiles.